Correo de los lectores No. 114

SUMISIÓN DE LA POESÍA. Como consagrado lector de poesía, he visto con desespero y creciente decepción, como los vates colombianos han extraviado el rumbo esencial del arte mayor, al confinar la poesía a fútil subsidiaria de la pintura. Cierta fórmula, con trajinado éxito en los concursos literarios, ha minimizado la poesía al vacuo ejercicio de cartilla explicativa, a la cortesana tarea de prosa instructiva y de manual. En un insólito despliegue de vaciedad, facilismo y carencia absoluta de temas, los poetas colombianos, promueven una parásita simbiosis, en la que cumplen el más pueril de los roles: explicarnos a los desprevenidos lectores las obras maestras de la pintura. Bartolomé Casanova

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UN IRRESPETO MEDIATICO. Señores Con-fabuladores: en estos días, ejercitando mi derecho a la tortura psíquica y al mal gusto rampante, recalé en el canal Telmex, buscando el maravilloso programa de Jorge Consuegra “El Conventillo de Paso”, sin sospechar que ya su cabeza había rodado, en medio de otra purga bárbara de las que son el santo y seña de la caja hiper-idiota. Hasta ahí la cosa es triste pero soportable, natural en el peor de los sentidos. Pero, cuál no sería mi sorpresa al encontrarme en el antiguo espacio de la inteligencia a una buhonera ramplona, miserable y sin escrúpulos, realizando frente al país sus artes de birlibirloque procaz. Sí, aunque parezca increíble, los diálogos imaginativos sobre novela, poesía, periodismo, baile y rituales terráqueos, han sido condenados a la nada, y en esos instantes preciosos del mediodía se venden, como en el antro más vil, o como en las bobaliconas retahílas callejeras de los nefastos culebreros, todos los engaños, marullas y pócimas inservibles. ¿Es justo, me pregunto, que todo un canal de renombre, con una bolsa apetecible entre sus arcas, eche mano de estos recursos innobles para ganar puntos y atrapar incautos? Deberían castigar con cien azotes a los responsables de estos desafueros, verdaderos escándalos de la mercadotecnia. Habemus imbéciles. Sandra Garzón, Medellín

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EL DESAFORADO BAYLY. Se quedó tibio el autor de la carta sobre el malogrado ex-periodista y novelista de aeopuerto Jaime Bayly. Que bochorno me producen sus disertaciones nocturnas, si es que pueden llamarse disertaciones estos tropos sin coherencia, este coloquio insensato a favor de la extrema derecha latinoamericana, y copiando los peores instantes del enemigo, es decir las bufonadas de Chávez y su servicio secreto a las malas causas que enfrenta. Yo creo que estéticamente, éticamente y políticamente, se trata de una puesta en escena de la histeria, la fobia, la desazón y la inutilidad de los pequeños burguesitos latinoamericanos, el colofón de una estirpe que ha cebado Miami, y que, seguramente, no tendrá una segunda oportunidad sobre este mundo. Alejandro Marroquón, Cali.