SOBRE EL PERFORMANCE DEL ESCÁNDALO. Con-fabuladores: Nuestro querido escritor y exiliado voluntario, Eduardo García Aguilar, en una nota muy resaltada, nos demuestra el nefasto influjo que la distancia infringe a sus reos. Sí, el hombre a fuerza de pernoctar en el antiguo continente parece desconocer por completo la verdad y la coloratura del nuevo. Evidente distanciamiento de nuestra verdad contiene su columna sobre La valerosa y lúdica artista cubana que, arriesgándose a las imprevisibles consecuencias, nos deleitó, en
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GRAFITTI EN LA UNIVERSIDAD DEL VALLE: “Presidente Uribe desmovilízate”.
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OTRAS REALIDADES. Muy interesante el artículo de Eduardo García Aguilar. Refleja sin embargo un total desasosiego y una evidente incomprensión del mundo actual: es hoy en día justamente, cuando estamos bombardeados por realidades virtuales y verdades absolutas que responden y llenan nuestras falsas y triviales necesidades; es hoy en día, justamente, cuando más necesitamos escritores y artistas que nos hagan ver otras realidades, que conviertan esa posibilidad en una necesidad. Y es ahí donde radica la esencia del artista. No sólo en la constatación, sino en la proposición. Pero creo que Eduardo G. está hablando de tiempos y circunstancias muy distintas e incomparables. Un periodo místico y ávido de verdad,
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VIVA CECILIA PORRAS. Señores de Con-fabulación: Veo con asombro que en todas las listas de pintores, que ustedes están publicando para refrescar nuestra memoria cultural, falta un nombre importantísimo; el de una artista que donó su vida a la vanguardia, a la rebeldía y al arte como posibilidad de insurrección. Es el nombre de Cecilia Porras, la aliada grande del grupo de Barranquilla, la prolífica experimentadora, la mujer que fuera hasta cierto punto una incomprendida de su tiempo. Me arrogo el derecho de inscribirla como una gran ausencia. Ya les estaré mandando mi lista. Daniel Octavio Zamora.