Javier Osuna, Premio Nacional de Periodismo

Comunicador Social y Periodista de la Universidad de La Sabana. En el 2009 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar con el reportaje “La prensa silenciada”, el mismo año obtuvo el Premio Nacional de Periodismo CPB (Círculo de periodistas de Bogotá) en la categoría de Nuevos Medios con el portal Verdad Abierta.com, donde se desempeñó como corresponsal en Bogotá cubriendo el proceso de Justicia y Paz con las autodefensas.

En el 2007 y el 2008 trabajó en la FLIP (Fundación para la Libertad de Prensa), primero como practicante social, después apoyando las labores de la Línea de Investigación de la organización.

Desde el 2005 trabaja como director de la revista literaria Fahrenheit 451 y como representante legal de la Fundación Fahrenheit 451, que utiliza la literatura como herramienta de cambio social con diferentes segmentos de la sociedad.

Su obra narrativa fue seleccionada para hacer parte del compilado del “Tercer Encuentro de Escritores Colombianos” (2006) y recibió mención de honor en el Premio Ray Loriga de Jóvenes Escritores, organizado por la Fundación Gilberto Alzate Avendaño y el grupo Santillana con su cuento “Los hay unos sin los otros”.

En el 2007 obtuvo la Mención a la gestión y al trabajo. Proyecto 5939-06 Programa de Participación y Movilización Social. Componente: Creación del sistema local de juventud de la localidad Ciudad Bolívar.

En este momento colabora como asistente de investigación en un libro sobre los procesos de negociación con las FARC y asesora las publicaciones “Riel” y “El Despertar” de la localidad de Usaquén.

Aquí un fragmento de su artículo ganador.



La prensa silenciada

Ya son siete los casos de periodistas asesinados por grupos paramilitares confesados en el proceso de Justicia y Paz. Hasta el momento la Fiscalía investiga 20 crímenes revelados por ex miembros de las autodefensas que involucran desde políticos hasta funcionarios del Estado.

"Concejal, no puedo acompañarlo. En estos momentos voy rodando para el monte, y si no vuelvo es culpa del señor Julio César Ardila", le dijo el periodista Emeterio Rivas, poco antes de ser asesinado, a un concejal que lo llamó.

Rivas nunca regresó de su cita y en enero de 2009 el ex alcalde de Barrancabermeja Julio César Ardila, quien antes trabajaba para la Defensoría del Pueblo, fue condenado a 28 años y 8 meses de prisión por pagar 150 millones de pesos a los ‘paras’ del bloque Central Bolívar por su asesinato.

Como parte del mismo proceso el Juzgado Primero Penal de Bucaramanga condenó a 26 años de prisión al entonces secretario de Obras Públicas de la alcaldía Fabio Pajón Lizcano y al dirigente político Abelardo Rueda Tobón por estar involucrados en el crimen que cegó la carrera de uno de los periodistas más respetados del sur de Santander.

Emeterio Rivas fue asesinado el 6 de abril de 2003 en el corregimiento Meseta de San Rafael por un grupo de paramilitares que lo citó a las afueras del casco urbano. El periodista asistió puntual a la reunión, en compañía de cuatro personas. Todos fueron masacrados.

Rivas había recibido amenazas tras denunciar presuntas irregularidades en la contratación de la ciudad a favor de los paramilitares que por ese entonces ejercían dominio territorial en la zona. Desde hacía algunos meses el comunicador publicaba noticias relacionadas con el manejo irregular del presupuesto de la alcaldía de Barrancabermeja en su programa Fuerzas Vivas de la emisora “Calor Estéreo”.

Entre los casos que el periodista hizo públicos se encontraban la adjudicación de un contrato en el corregimiento de Meseta San Rafael, donde fue asesinado, a nombre de un hermano de alias ‘Harold’, que era uno de los jefes de las AUC en la zona. Tres días antes de su asesinato, el periodista sindicó públicamente a la administración municipal en cabeza del alcalde Ardila Torres, de haberse aliado con los ‘paras’ y advirtió haber recibido amenazas en su contra.

La sentencia judicial señala que en la Meseta de San Rafael, los paramilitares Bolmar Said Sepúlveda, Pablo Emilio Quintero, alias ‘Bedoya’ y Jhon Fredy Zapata le pidieron al alcalde Ardila Torres 300 millones de pesos para asesinar a Rivas, a lo que el mandatario respondió que “con tal de quitarse ese mugre de encima” pagaba solo 150 millones de pesos.

Rodrigo Pérez Alzate, alias ‘Julián Bolívar’ ex comandante paramilitar del Bloque Central Bolívar reconoció por cadena de mando el asesinato del periodista en versión libre.

El caso de Emeterio Rivas adquiere un papel protagónico en Colombia, donde los crímenes contra comunicadores permanecen, en la mayoría de los casos, silenciados por una justicia que toma su tiempo en dictar medidas judiciales en contra de los responsables.

Se trata de un hecho muy significativo porque por primera vez en mucho tiempo se condena al autor intelectual de un crimen contra un periodista”, asegura Enrique Santos Calderón, presidente de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa).

En Colombia, tal como lo recopila un reporte de la Fundación para la Libertad de Prensa – FLIP- entre 1991 y 2006, 98 periodistas han sido asesinados en razón a su profesión. De esta estadística, según la FLIP, campea la impunidad y son contados los casos en los que los que paramilitares han sido judicializados.

Además, la organización indica que los procesos judiciales por crímenes diferentes a asesinatos no arrojan ningún resultado. “Violaciones a la libertad de prensa con menos impacto social que el homicidio, pero con un efecto igualmente inhibitorio para informar, pasan desapercibidas. Las amenazas registradas por la FLIP, por ejemplo, aumentaron 64% de 2004 a 2005, y 20% de 2005 a 2006.”

A pesar del trabajo diligente y concienzudo que realizan este tipo de entidades sin ánimo de lucro por proteger los derechos de los periodistas en Colombia, es evidente que queda aún mucho por hacer en orden de proteger la labor de los comunicadores, sobretodo a nivel regional, donde con frecuencia los periodistas se ven obligados a lidiar con el peligro cara a cara.

Durante 2008 la FLIP registró 130 violaciones a la libertad de prensa en Colombia. Esta cifra representa una disminución de aproximadamente 20% en comparación con 2007, año en el que la FLIP registró 162 violaciones. Los 130 casos registrados en 2008 involucraron 181 víctimas: 133 hombres, 35 mujeres y trece medios de comunicación.

Contrario a lo que podría pensarse, el asesinato de periodistas es un tema que pasa desapercibido generalmente. A pesar de existir en los registros de los medios de comunicación casos tan difundidos como el del Jaime Garzón, son pocas las ocasiones en las que la sociedad civil rechaza categóricamente el asesinato de quienes todos los días arriesgan su vida para informar sobre el orden público nacional.

El caso de Jaime Garzón fue confesado en versión libre por el ex jefe del bloque Bananero, José Éver Veloza, alias ‘H.H’. El proceso judicial culminó en 2004 con la condena del comandante de las AUC, Carlos Castaño Gil, como autor intelectual del hecho. El fallo nunca se hizo efectivo, y el mismo año de la decisión judicial el líder paramilitar fue asesinado dejando por fuera a los autores materiales. (…)