Cartas de los lectores No. 118

DE ARMANDO VILLEGAS. Agradezco a Con-Fabulación la apertura de su espacio para que los artistas podamos reflexionar sobre nuestra cultura cuando ningún medio lo hace. En estos tiempos en que los críticos fueron abolidos me permito asegurar que el arte debe estar demasiado enfermo desde que existan tantos “curadores”. Salud para todos los verdaderos creadores! Armando Villegas, artista colombiano.

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EL ARTE DE LA BARBIE. Mientras se realizan exposiciones de la historia de la muñeca Barbie en el Museo de Arte Moderno de Bogotá y un homenaje a las telenovelas en el Museo Nacional, los numerosos artistas que los confabulados mencionan en sus listas de la gran encuesta de artes plásticas siguen exponiendo en galerías casi clandestinas. No es justo el trato que le hacen al arte y a los artistas en Colombia. ¿Quiénes son los curadores? ¿Quiénes son los responsables de ese prolongado atropello estético?. Alejandro Buitrago, estudiante de arte

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UN TIGRE DE PAPEL. En mi lista de artistas colombianos, incluí el nombre de Pedro Manrique Figueroa, que por supuesto, en un país centralista y excluyente como el nuestro, sólo recibió un voto de aprobación: el mío. ¿Por qué la gente no votó por el maestro Manrique Figueroa? ¿Por qué quedó de colero en una lista de insignes artistas de la plástica nacional? Porque Manrique Figueroa es el ejemplo del colombiano trabajador, obstinado y anónimo. Para información del lector, veamos un poco quién fue Pedro Manrique Figueroa. Nacido en Choachí, Cundinamarca, 1934, el maestro -según el último documental de Luis Ospina titulado "Un tigre de papel"- fue el pionero del collage y el goulasch en el país. Manrique Figueroa fue el joven estudiante de Bellas Artes, que nunca estudió, y que sin embargo, lo vio todo y lo pintó todo. De ideas revolucionarias en su juventud, era el número uno en los cocteles bogotanos (donde comía y bebía) y en las manifestaciones estudiantiles del 71. Infortunadamente, a pesar de haber descubierto el collage y el goulash en el país, ha sido víctima -como la mayoría de los colombianos- del más vil de los anonimatos. Fabio Martínez, Escritor colombiano.

R: Apreciado Fabio Martínez, seguiremos el único rastro de ese artista, dejado en la película de Luis Ospina “Un tigre de papel”, donde caracteriza a todos los pintores anónimos de nuestro excluyente país.

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LA OTRA DOSIS PERSONAL. Amigos con-fabuladores: termina la presente semana con la gravísima adopción del método coercitivo contra la droga y su consumo, aprobado bajo el precepto francamente falangista –los perspicaces pueden leer uribista-, de que la búsqueda de los paraísos artificiales, puertas de escape, salidas confortantes o contra-realidad, se sofoca con el miedo, la intolerancia y el bárbaro cretinismo policial. Se alude para esta arbitraria y caduca prohibición, firmada con el pulso de los sabuesos que desprecian la duda bellamente metódica y no comprenden los variados climas del corazón humano, el hecho de que el país –¿cuál?, ¿el de quienes?- libra una guerra frontal contra el atafagado y convulsivo tráfico de estupefacientes. Verdad sólo parcial, lo que equivale a mentira. Si la camarilla de la desprestigiada pensión de Nariño estuviera deseosa de poner punto final al lucrativo oficio, no enmascararía sin sonrojo y sistemáticamente, como lo ha venido haciendo desde que empezó este ciclo nefasto, las actividades guerreras renacientes de los paramilitares y los parapolíticos; esfumaría del congreso a todos los esquiroles colados allí gracias a la plata producida precisamente con la nieve y otras viandas transgresoras; secaría la tumultuosa sangre convocada por las fuerzas oscuras, y no estaría apoyando el desvergonzado regalo de tierras a ricos empresarios, gamonales regionales y latifundistas, cuya bonanza no depende precisamente de la arracacha. Señores con-fabuladores, hagan ustedes una campaña alterna: es premura nacional, para que los colombianos recuperen el juicio, penalizar drásticamente la dosis personal de uribismo, combatir este propagado y embrutecedor narcótico. De ustedes, Leonardo Guzmán, actor dramático.

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CONTRA LA NAVIDAD. Con-fabulados bienechores, horda de ácratas sublimes, sea la indigesta época del miserable y tramposo Santa Claus un pretexto para saludarlos desde mi covacha, bulín de pesquisas ontológicas y consideraciones inflamadas de saludable pesimismo. Nuevamente respiramos el aire de la bellaquería navideña, donde se demuestra, entre otras muchas cosas, cómo el sentimentalismo es la tumba de los sentimientos, o como los arrogantes escultores de la onerosa realidad comprarán hasta el cielo para encender el purgatorio. Ah, que desaliento me habita al caminar por estas calles pletóricas de enajenación comercial, surcadas de bufones y deprimentes millonarios, diminutos alfiles del establecimiento, tarados mercaderes y calamitosos compradores, reino de los homo faber repugnantes que cambian de teléfono cuando lo procedente sería cambiar de cerebro; Homos domesticus a los que hasta la muerte –cual gourmet exigente- les huye con decoroso spleen. Y más, para empeorar el mustio retrato: Calles surcadas por feroces matronas intoxicadas de opereta y melodrama, infestadas de antros mercantiles llenos de niños ya arruinados por sus padres para la eternidad. ¡Ah, mortal desaliento! ¡Comprobación de nuestra nadería! ¡Palacio de cieno! ¡Anfora de majaderos infecciosos! Que la navidad sea crucificada. De ustedes, licenciado Horacio Martínez Guerrero, anarquista vehemente y sin tapujos.

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CARTAGENA LA HORRIBLE: Señor director, este es el mensaje de un náufrago. Siento como si estuviera en una isla que alguna vez fue bella pero a la que asedian y cercan, sobre todo en esta temporada, unas bestias pavorosas llamadas turistas. Se trata de una especie animal devoradora, altamente nociva para el hombre, una colmena que arruina todo lo que toca y es resistente a los plaguicidas. Convierten a mi ciudad en un caño disfrazado de opulencia. Su coeficiente mental es muy escaso, comen de todo hasta el hartazgo, su lenguaje es repulsivo, y no tienen consciencia. Su presencia apena el alma del habitante genuino. Esta horda aterradora hará que mi ciudad sea recordada como Cartagena La horrible. Con un abrazo, Lorena Manrique, Cartagena.

Con-fabulación regresará la tercera semana de enero.

¡Deseamos a todos los confabuladores una tolerable Navidad y un Año Nuevo menos falso y más positivo!